INSTITUTO DE MICROCIRUGíA OCULAR

El Instituto de microcirugía ocular. IMO estrena nueva sede

 

Instituto de Microcirugía Ocular, JOSEP LLINAS

Foto: IMO

El Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) acaba de iniciar su etapa con la apertura de su nueva sede, que entró en funcionamiento en julio y que culminará este mes con el traslado de la actividad quirúrgica. Las nuevas instalaciones, obra del arquitecto Josep Llinàs, ocupan una superficie de más de 22000 m2 y acogen 8 quirófanos y 70 consultas.

En sus nuevas instalaciones, el Instituto de Microcirugía Ocular seguirá atendiendo a pacientes de todas las subespecialidades oftalmológicas, como retina, córnea, glaucoma, cataratas, oculoplástica y oftalmología pediátrica y estrabismo, entre otras, y continuará apostando por otras áreas no asistenciales, como la docencia o la investigación. En este sentido, el centro, que inaugura una nueva Unidad de Investigación, dará mayor cobertura a los estudios científicos, impulsando proyectos de investigación clínica propios, y apostando, por primera vez, por la investigación básica, lo que le permitirá avanzar de forma pionera en la prevención, diagnóstico y tratamiento de patologías oculares.

El proyecto se inició en septiembre del 2002, la obra en septiembre del 2005 y ha finalizado en enero del 2009. De manera que los procesos de concepción y el de ejecución han sido largos; en el primer caso, a causa de cambios urbanísticos que incidieron en la forma del solar, en el segundo, a causa de la complejidad del lugar y de la construcción.

En cualquier caso, se han mantenido desde el principio dos ideas:

Emplazamiento. La Ronda de Dalt fue entendida como una vía de circulación y de acceso, pero sobre todo, como límite entre la ciudad y la montaña, entre construcción y terreno natural.

Apreciación que no es del todo cierta pues la ciudad ha colonizado (como pasa en nuestro caso) parte de ese terreno natural, pero, aún así se puede considerar que la Ronda de Dalt marca un cierto límite de la ciudad, a partir del cual y hacia el oeste domina el territorio natural en relación al territorio construido.

Este dominio, se traduce físicamente en el terreno a través de una pendiente considerable, que debe cualificar, sin duda, la edificación que lo ocupe.

El edificio, situado pues en el lado “Parc de Collserola” debía responder a esas condiciones o circunstancias naturales totalmente persas a las que se hubieran dado de situarse en el lado “ciudad”. Si en las primeras alternativas la opción fue esconder o camuflar el edificio detrás de un pequeño bosque, en las siguientes, cuando nos vimos obligados a adelantar mucho el edificio en relación a la Ronda de Dalt, las opciones se centraron en utilizar la topografía o las pendientes del sitio como instrumento para definir la morfología del edificio.

Instituto de Microcirugía Ocular, JOSEP LLINAS

Foto: IMO

Programa. El programa del Instituto de Microcirugía Ocular, esencialmente articulado (como en casos similares) en plantas de quirófanos, consultas y áreas de administración o estudio y aparcamientos, se caracterizaba poque la mayor parte de su actividad se realizaba sin luz natural (consultas, quirófanos) y, al contrario era muy necesaria, como contrapunto, en las áreas de espera, de descanso o de trabajo privado.

Explicar el uso del edificio, dedicado al cuidado de la vista, nos ha llevado a proponer un recorrido con diferentes cubiertas y protecciones solares, desde la calle a las salas de espera, en el que la luz natural, intensa y excesiva en el exterior, se perciba reducida y confortable una vez se llega a las áreas de espera.

INSTITUTO DE MICROCIRUGIA OCULAR, JOSEP LLINAS

Foto: Estudio Josep Llinàs

FUENTE: DETAIL

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *